Compartir: Seminario de Paulo Freire en Argentina.
¡Compañer@s!
Fue muy bueno ir a la Argentina, siempre hace bien el encuentro, estar con nuestras hermanas RSCJ de allá, y con muchas y muchos otros hermanos que hacemos hace años este recorrido militante desde la educación popular.
Me conmovió la fidelidad de tantas y tantos que seguimos coincidiendo en la propuesta de tener otro mundo mejor, a través de la E.P. como Lola Cendales a quien conocí hace unos 15 años, al igual que Alfonso. Y volverme a Encontrar con Rosy del CEEAL y Silvia Bignami de Pañuelos en Rebeldía, dando la vuelta de memoria y solidaridad en Plaza de mayo con la fidelidad de las abuelas, fue hacer coincidir muchas historias de lucha en un mismo lugar.
Y me fue muy esperanzador, ver a nuevos rostros, juventud que se suman a esta caminada como Alejandro Pilu de Quilmes, a quien conocí en Cienfuegos, Cuba, hace un par de años en el Encuentro internacional freiriano de aquellas tierras. Vino desde Quilmes con varios jóvenes, y sin previo aviso allí nos vimos y fue relindo, como dicen los argentinos. Había mucha gente joven en el Seminario. Había mucha fuerza de experiencia. Lo que es igual a decir que había un gran equilibrio de buenas energías para el porvenir.
No es fácil reunir a cientos de persona, coordinarlas, animarlas, colocarlas en situación de trabajo y profundización de sus prácticas. El buen equipo de la red de educadores de Argentina que nuestras hermanas conocen lo lograron. Es un gran esfuerzo y una gran mística de compromiso puesta en marcha.
Al Seminario lo sostenía el deseo de celebrar tanta VIDA dada y sembrada desde Feli Mastro, las abuelas y otras y otros; en compartir prácticas y la pregunta que ahora tiene toda la militancia argentina: ¿ Dónde está Santiago Maldonado? Esa pregunta constante, me pareció que era lo mismo que preguntar dónde está la seguridad que prometen las democracias neoliberales que las puedan diferencias de las dictaduras. Preguntamos por Santiago como preguntándonos dónde está la certeza de que nunca más habrían desaparecidos en nuestros pueblos liberados de América Latina. Preguntamos dónde está Santiago como preguntándonos dónde están los signos de Buen vivir para alentar la esperanza de que es posible otro mundo más justo, aún con esta contra marcha política de quienes nos gobiernan.
Les comparto la declaración final que tiene varias propuestas que son temas recurrentes, preguntas, de éstos últimos tiempos:
-Militar dentro de los ámbitos de educación formal. Yo diría escolar, académicos tradicionales, pues la educación popular es también formal y rigurosa en su concepción y metodología. Ahora, es cierto, que podemos abrirle camino a la educación popular dentro de espacios escolares para incorporarla como propuesta emancipatoria.
-Promover la sistematización de experiencias como metodología que nos permite aprender de las prácticas y comunicarlas. Una deuda histórica que nos sigue reclamando....
-Llevar la propuesta de la educación popular a aquellas organizaciones sociales, políticas, sindicales, de Derechos Humanos donde no esté incluida. Educación popular en todo espacio.
-Favorecer procesos de participación protagónica y organización de niños, niñas y adolescentes de sectores populares, asumiéndolos sujetos políticos. La educación popular no es sólo un tema de adultos, es un asunto social paro mejorar lo que cada sociedad deba para evitar las opresiones y dominaciones.
-Potenciar la participación y los debates políticos en los distintos espacios de los que somos parte. Fomentar la formación política. La política como ejercicio de comprensión de nuestras sociedades y las distintas relaciones de poder que puedan existir, o las alternativas de liberación que construimos.
-No dejar de preguntar dónde está Santiago Maldonado, dónde están los 43 normalistas de Ayotzinapa, y de afirmar que a las niñas de Guatemala no las mató el fuego; las asesinó el Estado. NO dejar de preguntarnos, de solidarizarnos, de unir nuestras luchas. Globalizar las luchas es globalizar la incidencia, la esperanza !
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Con Puerto Rico y México en el corazón luego del paso de los huracanes y los sismos naturales, y AGRADECIDA a quienes abrieron camino para que Yuli y yo pudiéramos ir al Seminario, cariños, Jacquelin
