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Taller de Facilitación en Procesos Educativos, México-CIRM




Un curso que coloca en manos de los educadores y educadoras, y otras personas que trabajan en la formación de catequistas, líderes comunitarios, agentes de pastoral, promotoras de salud, voluntariados etc… una forma de pensar las actividades que responde a un desarrollo más humano que recoge la gradualidad y la complejidad superando esquemas demasiado lineales.

Ya podemos sostener con mucha seguridad que el cómo hacer es tan importante como el qué hacer y que trabajar muy bien uno de ellos y no el otro, a la larga, y aún a la corta, reduce enormemente los esfuerzos de formación o los anula. Esta preocupación aparece cuando los educadores nos preguntamos ¿Cómo ordenar/organizar los distintos temas y elementos de este asunto en el tiempo y en el espacio disponible? Algo frecuente entre las personas responsables de organizar procesos y acciones de formación. En el plano de participantes nos hemos encontrado muchas veces en “capacitaciones” que nos traen contenidos muy progresista y valioso, muy buenos y reconocidos oradores, pero que todo eso ha sido empacado en moldes que lo contradicen, o que al menos no lo refuerzan.


Invitamos a reunirnos en el curso a educadores y educadoras, y a activistas de la formación, catequistas, líderes comunitarios, agentes de pastoral, promotoras de salud, voluntariados etc… en las comunidades a los que les suena que vale la pena considerar, también, una ruta de formación que en vez de avanzar en peldaños (escalera), lo haga a modo de giros o “espiras” de una espiral. Cada espira es como un círculo que nace del círculo anterior y este de otros de más “atrás” y a la vez que da lugar a un nuevo círculo que también da lugar a nuevos círculos.


Lo interesante, y aquí acudimos a la complejidad, es que en cada nueva espira están presentes los temas y elementos de todas las espiras anteriores (como inquietudes, hilos por entrelazar, vestigios y estados parciales) y todos los posteriores (como semillas, o plántulas y sueños bonitos de futuro por entrelazar), enlazados con un aspecto central que hegemonía este giro y que es desarrollado con más profundidad por los participantes. En un momento dado, damos un “salto” a otra espira donde sigue estando todo presente, pero hay un nuevo aspecto que hegemoniza y un nuevo ejercicio. Lo que sucede en cada espira depende en gran medida de la intervención de los participantes… puede entonces ser muy diferente lo ocurrido en una espira con unos participantes que la desarrollada por otros participantes, aunque los elementos y datos de los que dispongan para reflexionar sean los mismos. Eso tiene que ver con la diversidad de las miradas, y la sinergia resultante. Ellos están construyendo su conocimiento y su verdad compartida en/para ese momento.

El camino llega hasta que cumplimos las intenciones acordadas. Sólo que como estamos convencidos que nunca nadie conoce completamente algo, pues los resultados que obtenemos son transitorios y deben servir para avanzar. El avance queda en manos de las personas participantes y de sus colectivos, de los sectores con intereses en juego (SIJU), o de las comunidades u organizaciones, que están presentes a través de ellos y ellas. Para contribuir en ese avance la última espira juntos en el ejercicio, es lo que llamamos un “cerrar-abriendo”.


La formación inicia digamos “oficialmente” en ese determinado momento en que entramos en el primer giro o “espira”, reunimos lo pertinente que traen los participantes sobre el asunto que exploramos, y nos reconocemos en relación con el asunto que nos reúne.

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