Una verdad que se oculta
19 de octubre de 2014, Ayutla de Los Libres, Gro
Después de los terribles hechos ocurridos el pasado viernes 26 de septiembre de este año, donde la policía municipal de Iguala Guerrero y un grupo de hombres armados presuntamente del crimen organizado, emboscaron a los autobuses donde se trasladaban los estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Gro y más tarde al autobús del club deportivo los Avispones de Chilpancingo, dejando como saldo tristemente seis personas muertas: tres estudiantes normalista, un adolecente del equipo de futbol los Avispones, el conductor de la unidad y una mujer civil. Así como 43 normalistas desaparecidos y 2 estudiantes más gravemente heridos, Aldo Gutiérrez Solano y Edgar Andrés Vargas.
Frente a esta realidad que nos duele y nos parte el corazón al ver a las familias sufriendo por sus hijos desaparecidos, o verlos gravemente heridos en el hospital, el equipo de Iyolosiwa Ayutla, nos hemos hecho presente de diferente maneras, mostrando nuestra amistad, acompañamiento y solidaridad con los familiares de estos jóvenes.
El pasado 17 de octubre, participamos en una jornada de oración que el decanato diez de la diócesis de Acapulco convocó en el municipio de Marquelia, ahí pedimos por los desaparecidos y por sus familiares, pusimos en la súplica, la recuperación de los jóvenes heridos, en especial pedimos por Aldo Gutiérrez Solano quien hasta este momento se encuentra en un estado crítico, con infarto cerebral en un 65% de su cerebro. Las muestras de afecto y de cercanía por parte de los pastores se pudieron sentir, los presbíteros de Copala, Marquelia, Cuautepec y San Luis Acatlán oficiaron la Santa Misa por las víctimas y por sus familias. Ahí nos dieron a conocer que el Arzobispo Carlos Garfias ha pedido que estemos muy cerca de las familias, dando todas las muestras de solidaridad y orar junto con ellos.
Por otro lado, el sábado 18, asistimos a la Normal de Ayotzinapa, acompañando a la Señora Socorro Villarreal de la Comunidad de Cerro Gordo, madre de Carlos Iván Ramírez Villarreal, quien es uno de los 43 desaparecidos. Al estar en la normal, pudimos estar de cerca a las madres y padres de los jóvenes desaparecidos, compartimos su desesperación, dolor y tristeza. Es muy duro ver esas manos campesinas de los padres, limpiar su llanto, triste y amargo. Fue una experiencia de impotencia y de rabia, sin embargo, la oración y la fe de que pronto volverán a tener a sus hijos entre sus brazos es lo único que los mantiene de pie, luchando, alzando la voz, manifestándose para que las autoridades hagan algo y pronto, pues los días pasan y la desesperación crece.
La situación de Iguala, es otra cosa que también nos preocupa, las fosas que se han ido encontrando por parte de los ciudadanos, quienes con el mismo dolor se han unido a la búsqueda de los normalistas, pareciera que quienes han hecho esto, no son seres humanos, pues los testimonios de quienes han estado directamente ahí, nos hablan de una brutalidad de hechos que son inimaginables. Paradójicamente, la ciudadanía han respondido a la solidaridad con las familias de las víctimas, cientos de personas se presentan a la normal con muestras de apoyo, llevando lo que pueden pero y con el deseo tierno de ayudar.
Seguimos unidas y unidos con las madres, padres, hermanos, hermanas, abuelitos y abuelitas, familiares y amigos que están en pie de lucha, esperando ver a sus hijos de nuevo con vida, porque “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” y nos unimos también, a la familia Gutiérrez Solano que confía en que Aldo de 19 años vuelva estar con ellos otra vez.
ULISES GALLARDO GUTIÉRREZ / EQUIPO DE IYOLOSIWA AYUTLA
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